Las fintech son modelos de negocio que se caracterizan por ofrecer soluciones tecnológicas para el sector financiero. Uno de los tipos de fintech más populares son los neobancos, a través de los cuales es más fácil el acceso a préstamos y créditos; pero no son la única variante dentro del ecosistema fintech. También podemos encontrarnos con fintechs en España que ofrecen soluciones para la gestión financiera en empresas como un sistema de cobro para empresas.
Actualmente, el ecosistema fintech en España es uno de los más grandes en Europa. Esto se debe a que hay más de 977 fintechs operando en el país. De estas, al menos el 68% son de origen español.
Pese al gran número de fintechs que hay en el país, el ecosistema no está exento de desafíos que las empresas fintech en España deben conocer y afrontar. En esta publicación de Moonflow, software de cobro, te contamos más sobre ellos.
Los principales retos de las empresas fintechs en España
Uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las fintech en España es la falta de financiación. Este problema resulta especialmente relevante para aquellas startups que se encuentran en rondas avanzadas de inversión, como las rondas C o E, en las que las empresas ya han superado fases iniciales y buscan consolidarse o expandirse a nuevos mercados.
En este punto de su desarrollo, es fundamental considerar alternativas más allá del apoyo estatal. Por ello, muchas fintech españolas en estas etapas buscan atraer inversores de otros países europeos como Reino Unido, Alemania o Francia. Asimismo, se observa un creciente interés por parte de inversores estadounidenses.
Además del desafío anterior, otros que enfrentan las fintechs en España son:
- Dificultad para escalar el negocio. A pesar del crecimiento del ecosistema, muchas fintech en España siguen siendo empresas emergentes con estructuras operativas reducidas y presencia limitada. Esto les impide consolidarse en el mercado o expandirse con fuerza fuera del país, lo que frena su competitividad frente a actores más desarrollados de otros países.
- Competencia con la banca tradicional. Las fintechs en España han irrumpido con fuerza, pero siguen enfrentándose al reto de competir con entidades bancarias consolidadas. Aunque muchas ofrecen servicios más ágiles y personalizados, deben ganarse la confianza de los usuarios que aún prefieren los modelos tradicionales. Además, estas entidades cuentan con mayores recursos y redes de clientes, lo que obliga a las fintech a innovar constantemente para mantenerse relevantes.
- Problemas de adopción y aplicación de nuevas tecnologías en sus modelos de negocio. El uso de tecnologías como la inteligencia artificial, el machine learning o el blockchain representa una gran oportunidad, pero también un desafío. Integrar estas herramientas requiere inversión, talento especializado y tiempo de adaptación, lo que puede ser complicado para empresas que aún están creciendo o que tienen limitaciones operativas.
- Necesidad de mejorar sus niveles de seguridad y fiabilidad. Con el avance de tecnologías como blockchain, uno de los focos está en garantizar operaciones más seguras y fiables . Esto revela que, actualmente, uno de los retos para muchas fintech es fortalecer su infraestructura tecnológica para proteger tanto los datos de los usuarios como la integridad de sus transacciones, especialmente en un contexto de creciente amenaza de fraude digital.
- Fragmentación sectorial y concentración geográfica. A pesar del crecimiento del ecosistema, muchas fintech están concentradas en ciertos sectores (como préstamos y pagos) y ubicadas mayormente en regiones específicas (Madrid y Cataluña), lo que puede limitar su expansión territorial y diversificación de servicios.
- Desafíos regulatorios y burocráticos. El entorno regulatorio en España representa un obstáculo para el crecimiento de las fintech. Las barreras legales, fiscales y burocráticas dificultan la operativa de las empresas, ralentizando la innovación y limitando las opciones para los consumidores. Para competir con otros mercados europeos, es esencial que España cree marcos regulatorios más flexibles y favorables para las fintech.
Superar los obstáculos que enfrenta el sector fintech en España no es una tarea sencilla, pero con el enfoque adecuado, las oportunidades son infinitas. Las fintechs españolas tienen el potencial de consolidarse como referentes no solo en Europa, sino a nivel mundial. Para ello, deberán seguir apostando por la agilidad, la personalización y la seguridad, todo mientras superan las barreras económicas y regulatorias que se les presentan. Sin duda, el futuro del sector está lleno de retos, pero también de grandes oportunidades que pueden transformar el panorama financiero global.