La gestión de deudas es un proceso que las empresas no pueden descuidar; después de todo, un manejo inadecuado de las obligaciones financieras puede generar desorganización, adicionales e incluso afectar la relación con proveedores. Sin embargo, ¿es posible mejorar la gestión de deudas de una empresa cuando se han presentado inconvenientes?
La respuesta es sí. Para lograr una gestión de deudas eficiente, lo primero que se debe hacer es revisar y analizar cómo se han estado administrando los pagos hasta el momento. Así se pueden identificar errores, como retrasos recurrentes, falta de planificación o negociaciones desfavorables, y plantear soluciones concretas para cada uno de ellos.
En esta publicación, te presentamos algunas estrategias que te ayudarán a mejorar la forma en que estás gestionando las deudas de tu empresa.
¿Qué vas a encontrar en este texto?
Las deudas son necesarias para que las empresas puedan contar con los recursos que les permitan operar y crecer. Estas pueden surgir con proveedores, a quienes se compra o contrata con el compromiso de pagar después (crédito comercial), o con instituciones financieras mediante créditos .
Aunque endeudarse no es algo negativo en sí mismo, el sobreendeudamiento y la morosidad sí lo son, ya que generalmente son resultado de una mala gestión de las deudas.
La gestión de deudas es el proceso mediante el cual una empresa administra de forma responsable sus obligaciones financieras. Esto implica organizar los pagos, negociar condiciones favorables, evitar atrasos y asegurar que el nivel de deuda sea sostenible en el tiempo.
Con la definición de gestión de deudas más clara, veamos siete estrategias para mejorar la gestión.
Para gestionar bien tus deudas, primero debes tener claridad total sobre tu situación financiera. Una forma práctica de hacerlo es aplicar la regla del 50/30/20: destinar un 50% de tus ingresos a gastos esenciales, un 30% a gastos variables o personales, y un 20% al pago de deudas o ahorro. Esta regla ayuda a equilibrar tu presupuesto.
Además, implementar un software financiero puede ser un gran aliado. Existen herramientas que permiten registrar ingresos, gastos, deudas y vencimientos, facilitando el control y la toma de decisiones. Así evitas olvidos, retrasos y puedes proyectar mejor tus flujos de caja.
No todas las deudas tienen la misma urgencia o impacto en tu empresa. Es importante identificar cuáles debes pagar primero para evitar recargos, intereses altos o problemas legales.
Para esto, existen programas y sistemas de gestión de cuentas por pagar que te permiten ordenar y programar tus pagos. Estos softwares generan alertas y ayudan a organizar las fechas límite para que cumplas puntualmente y evites multas o problemas con proveedores y entidades financieras.
Una buena gestión también pasa por revisar y ajustar tus gastos. Es recomendable tener un presupuesto detallado donde evalúes cada gasto para detectar aquellos que no aportan valor a tu empresa, conocidos como gastos "fantasma" o "hormiga", que pueden parecer pequeños, pero suman un impacto significativo.
Eliminar o reducir estos gastos innecesarios te permitirá liberar recursos que puedes destinar al pago de deudas o incluso, a inversiones.
No dudes en conversar con tus proveedores o entidades financieras para buscar acuerdos que te faciliten el pago. Puedes pedir plazos más largos, tasas de interés más bajas o descuentos por pronto pago.
Además, servicios como el confirming te permiten organizar mejor tus pagos a proveedores, coordinando las fechas sin que aumentes tu nivel de deuda, lo que mejora tu flujo de caja.
Las deudas no solo se manejan desde el lado de los pagos, también es fundamental cuidar la cobranza. Implementar un software especializado en gestión de cobranzas ayuda a reducir costos operativos, mejorar el seguimiento de facturas pendientes y disminuir la tasa de morosidad.
También puedes considerar el factoraje financiero, que adelanta el cobro de facturas, proporcionando liquidez inmediata sin necesidad de pedir nuevos créditos.
Existen distintos programas, tanto públicos como privados, que ofrecen opciones de financiamiento con condiciones preferenciales. Informarte sobre estas alternativas puede facilitar la gestión de tus deudas y mejorar tu acceso a recursos en mejores condiciones.
Cuando la deuda comienza a ser un problema, la mejor acción es buscar ayuda especializada. Un asesor financiero puede ayudarte a diagnosticar tu situación, identificar riesgos y diseñar un plan realista para salir del endeudamiento.
Aunque prevenir es mejor que tomar medidas correctivas, nunca es tarde para retomar el control de tus deudas corporativas y reducir el riesgo de crisis financiera. Sigue estas estrategias, digitaliza tus finanzas y notarás como las cifras mejoran, mientras tienes un mejor control de tu rendimiento.