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¿Que tipos de cobranza realizas en tu empresa?

Existen diferentes formas de clasificar los tipos de cobranza, por ejemplo, una de ellas es en base a si el pago se realiza antes o después de adquirir el bien o el servicio.  Así, cuando este pago se hace antes, nos encontramos con una cobranza adelantada o cobranza anticipada; por otro lado, cuando se concreta después, se trata de un financiamiento. En este último caso, es la persona o entidad que da el financiamiento la que se encarga de establecer el plazo y las demás condiciones del pago, por ejemplo, si hay intereses, cargos por retrasos en el pago, etc. 

Cobranzas según la forma de gestión

Entre los tipos que existen también están la formal, judicial y extrajudicial. Y se diferencian por la forma cómo son gestionadas

1. Cobranza formal

En este caso se trata de ejecutar una estrategia de cobranza de forma interna, es decir, por el mismo departamento de cobranza de la compañía acreedora. En ese sentido, esta se vale de sus propios recursos y medios. 

2. Cobranza judicial

La cobranza judicial se da cuando la etapa de cobranza ha pasado los 90 días de retraso. En esta situación el acreedor puede acudir al Poder Judicial para que el deudor liquide la deuda. En este caso, no es el personal de cobranzas quien maneja la cobranza judicial, sino que es necesario contar con un equipo legal y los gastos de cobranza que su contratación represente. 

3. Cobranza extrajudicial

En este caso se busca que el deudor liquide la deuda sin llegar a vías judiciales. Para esto se puede optar, por ejemplo, para contratar una empresa de cobranzas

Cobranza según la etapa de cobro

Además de las anteriores, también se puede clasificar la cobranza por la etapa de retraso en el cobro en que se encuentre. Así, por ejemplo, existe la cobranza preventiva, la cobranza administrativa, extrajudicial y judicial. En este caso, la cobranza extrajudicial se da cuando el retraso en relación con la fecha de pago oscila entre los 30 y 90 días.  (¡Aquí te contamos más sobre las etapas de la gestión de cobranzas!)

Según el contacto con el cliente

Otra forma de clasificarlas es por la manera cómo optamos por contactar con el cliente. Por un lado, podemos elegir la cobranza personal o cobranza directa, donde es la empresa acreedora la que cobra directamente al deudor, sin intermediarios. Y, por otro lado, la cobranza con intermediación o cobranza indirecta, en cuyo caso se terceriza el proceso de cobranza. 

Con relación a la tercerización de la cobranza, hay varias opciones. Por ejemplo, a través de empresas o agentes de cobranzas; aunque también puede hacerse mediante entidades bancarias involucradas en las operaciones de los deudores. 

 

 

Según el tipo de canal de cobro

Por último, también se pueden clasificar las cobranzas por el tipo de canal que se use para las comunicaciones con el cliente. Así tenemos: 

Por llamadas telefónicas

En cuanto a la cobranza telefónica, hay diferentes formas de abordar al cliente para que realice un pago. Lo ideal es partir por segmentar a la cartera de cobranza por el tipo de deuda y el tipo de deudor y así establecer un speech de contacto distinto en cada caso. En la llamada es conveniente capacitar al call center para ofrecer alternativas de pago en base al historial del deudor. 

Mediante mensaje de texto

Estas son una forma de recordar al cliente que tiene una deuda por vencer (y proporcionar la fecha de vencimiento) o informarle sobre un pago atrasado. Existen diferentes tipos de SMS que puedes crear según el tiempo de retraso en el pago de la deuda y el tipo de deudor.

1-Reduce los costos de cobranza

A través de e-mail

Es uno de los canales de cobranza más económicos. Además, con un software de cobranza especializado, se facilita la automatización, segmentación y la actualización del estado de las respuestas de los clientes contactados. 

Por WhatsApp

Es una forma de complementar los canales tradicionales de comunicación. Además, ofrecen varias ventajas, entre ellas, automatizar las comunicaciones con los clientes a través de chatbots, así como las respuestas. También facilitan el registro de promesas de pago y la comunicación directa con la empresa acreedora de ser necesario. 

Por mensajería tradicional

Las cartas de cobranza son uno de los documentos de cobranza más usados hace dos décadas. Sin embargo, este método tradicional cada vez está más en desuso puesto que su tasa de efectividad es baja, además en muchas ocasiones se va directamente al basurero o no llegan a la persona indicada por problemas en los servicios de mensajería. 

Lo ideal es que los procesos de cobranza puedan automatizarse con el uso software de cobranzas para cerrar pronto el pago de deudas y mejorar el flujo de caja de la empresa. Si quieres saber más acerca de cómo automatizar tus procesos en una herramienta que hace todo por ti, ¡visita este enlace!

 

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