Intereses de demora: qué son, cómo se calculan y cuándo aplicarlos
Artículo por: Moonflow España
¿Qué ocurre cuando un cliente supera la fecha de vencimiento de su factura? Ya sea una deuda hipotecaria, o comercial, empieza a correr lo que se conoce como interés de demora o también llamado interés moratorio.
El interés de demora no puede ser aplicado de forma arbitraria, debe existir un contrato de por medio donde este quede estipulado. Además, el interés de demora debe ser un monto coherente proporcional a la deuda y al tiempo de retraso en el pago. Asimismo, para que el interés de demora pueda hacerse efectivo, no debe haberse exonerado previamente, es decir, el acreedor no debe haber aceptado un retraso previo sin haberlo aplicado.
Hay que aclarar que, lo que se entiende por “intereses de demora” no es lo mismo que el interés del préstamo o crédito brindado. Este otro se conoce como interés ordinario y generalmente es un monto menor al interés de demora.
¿Qué va a encontrar en este texto?
- Interés de demora según la relación entre las partes
- ¿Cómo calcular intereses de demora?
- ¿Qué pasa si no hay porcentaje de interés pactado?
- ¿Son deducibles los intereses de demora?
- ¿Qué son los intereses de demora abusivos?
Interés de demora según la relación entre las partes
Una información importante que debes saber sobre los intereses de demora es que funcionan de forma diferente si el contrato se da entre personas (particulares) a que si se oficia en operaciones comerciales.
- Entre particulares: En este caso la aplicación de los intereses de demora solo se hace efectiva si el acreedor los reclama.
- Entre empresas: En este caso, generalmente el interés de demora se aplica cuando se detecta la mora es detectada, por lo que la reclamación no es necesaria.
Con relación a los intereses de demora, debemos mencionar que, en el caso de hipotecas, el interés de demora se regula bajo la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario (Ley 5/2019). El interés en este caso se aplica de forma automática, pero el tipo de interés está limitado desde 2019 se limita al interés normal que se pagará por el préstamo más 3 puntos porcentuales y se aplica solo sobre el capital pendiente.
¿Cómo calcular intereses de demora?
Para calcular el interés de demora hay que saber cuál es el porcentaje moratorio acordado con la empresa acreedora o particular en el contrato firmado. Además, hay que tener presente los días de retraso y el monto de la deuda.
La fórmula general del interés de demora es:
Interés de demora = Importe de la deuda × (días de retraso/365) × tipo de interés
Por ejemplo, si tenemos una deuda de 1000 euros con un retraso de 30 días y un tipo de interés del 3% tendríamos:
Interés de demora = 1.000 × (30 / 365) × 0,03 = 2,46 €
Esto significa que, por haberte retrasado 30 días, tendrás que pagar 2,46 € extra como penalización por el retraso.
¿Qué pasa si no hay porcentaje de interés pactado?
En este caso se aplica el interés legal del dinero, el cual es un tipo de interés que fija cada año el Gobierno español y que se utiliza como referencia oficial para muchos temas legales y financieros. Este es publicado en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que es la norma donde el Gobierno detalla los ingresos y gastos del país.
¿Son deducibles los intereses de demora?
Los intereses de demora comercial son deducibles en el IRPF cuando están relacionados con una actividad económica. Por ejemplo, si un autónomo o una empresa soporta intereses de demora por el impago de una factura, esos intereses pueden considerarse un gasto necesario para la actividad y ser deducidos. Sin embargo, si los intereses de demora provienen de una deuda no relacionada directamente con la actividad económica, como en préstamos personales o hipotecas, no serían deducibles.
¿Qué son los intereses de demora abusivos?
Los intereses de demora abusivos son aquellos que se consideran desproporcionados o excesivos en relación con la deuda principal y las circunstancias del retraso. Incluso la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios de España considera abusivas las cláusulas que imponen una indemnización desproporcionada al consumidor por no cumplir con sus obligaciones.

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